LAS CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DEL ALCOHOL.
«NO QUIERO
QUE MI HIJO ME VEA EBRIO»
Por Carlos
Rey.
«Tengo una
esposa y un hijo.... Creo que soy alcohólico porque cada semana tomo, y después
me siento triste y desconsolado, y pido a Dios que me libere del alcohol.
Siento que no es bueno que... mi hijo crezca viéndome tomar.
»Por ahora
trabajo lejos, pero pienso traer a mi familia y no quiero que mi hijo me vea
[ebrio].... He sido huérfano de padre, y no quiero ser un mal padre para mi
hijo. Quiero que él sea un niño feliz y que esté orgulloso de mí.»
Este es el
consejo que le dio mi esposa:
«Estimado
amigo:
»Yo sé lo
que es tener un padre que bebe todos los días y se emborracha una buena parte
del tiempo. Así que me identifico con la profunda vergüenza de tener un padre
que es alcohólico. He experimentado la incertidumbre, la inseguridad y la
ansiedad que siente una niña cuando no sabe la condición en que se encontrará
su padre cuando él visita su escuela o cuando llega a conocer a los padres de
los amigos de ella. Todavía siento esa vergüenza. La llevo siempre adentro,
recordándome cómo me hacía sentir.
»Lo felicito
por querer una vida mejor para su hijo y por querer que él esté orgulloso de
usted. Al parecer usted le tiene mucho afecto y quiere cambiar el hábito de la
bebida. Rogarle a Dios que lo ayude es un buen comienzo, pero vencer el
alcoholismo requiere más que simples lamentaciones y ruegos.
»Mi hermano
es un alcohólico, pero ya no bebe. Ahora asiste más bien a reuniones en las que
él y otros alcohólicos se animan mutuamente y se esfuerzan juntos por cambiar
su vida. A fin de vencer el alcoholismo, también usted debe buscar un grupo de
apoyo para alcohólicos y asistir con mucha frecuencia a las reuniones que
tengan. ¿Le da pena o siente vergüenza admitir frente a otras personas que
usted es un alcohólico? Esa vergüenza no es nada si se compara con la vida de
vergüenza que le causará a su hijo si usted no deja de beber.
»Cuando ore,
pídale a Dios perdón por todos los pecados que usted ha cometido. Pídale que le
dé el valor y la determinación necesarios para dar los pasos requeridos en el
proceso de cambiar su vida. Y pídale que lo acompañe a la primera reunión y que
sea su Compañero todos los días. Busque una iglesia en la que los asistentes
hayan sido transformados por la relación que han cultivado con Jesucristo, y
asista también a esas reuniones.
»Usted necesita
afianzar bien su sistema de apoyo antes de rodearse de sus seres queridos. Por
eso tal vez sea mejor que comience a asistir a las reuniones antes de llevar a
su esposa y a su hijo donde usted vive ahora. No lo aplace. ¡Comience hoy
mismo!»
No hay comentarios:
Publicar un comentario