lunes, 30 de enero de 2012

EL EXITO SE ORIGINA EN LA DISCIPLINA

El éxito se origina en la disciplina.

Parta de los siguientes principios para que no transfiera la responsabilidad de sus fracasos a terceros. Y analice lo que advierte Yokoi Kenji, un colombo-japonés, que se ha dedicado a estudiar la cultura nuestra y la forma de administrar los negocios.

-El éxito está en la disciplina, no en la disponibilidad de recursos.

-No basta con la creatividad, que de por sí es una gran riqueza, ni en la inteligencia. Hay que ponerle orden a las cosas.

-La prosperidad no es gratuita. Se gana con el esfuerzo diario, la constancia y el empeño.

-El subdesarrollo está en la mente. No es culpa de nadie más. De hecho mucha gente ha sobresalido de la nada.

-Las grandes empresas no florecen de la noche a la mañana. Se necesitan años para consolidarlas. Hay que reinvertir utilidades y pensar en disfrutarlas en el largo plazo.

Japón no tiene oro, petróleo, café, ni flores. Es más: es una isla sin recursos naturales habitada por 130 millones de personas. Ellos tampoco inventaron los carros, pero tienen las mayores factorías de vehículos del mundo. Es decir, no son tan inteligentes como se cree.

Entonces ¿en dónde radica su poderío económico? En la disciplina, afirma Yokoi Kenji, un joven que lleva sangre de ambos países y que con sus comparaciones demuestra que este país de paisas y costeños, de pastusos y santandereanos es tan rico que bien podría ser una potencia.

Kenji, lo tiene todo. Ha viajado por el mundo entero, vivió sus primeros once años en la tierra del Sol Naciente, pero reside en Ciudad Bolívar, una inmensa selva de cemento bogotana cargada de necesidades y considerada una de las localidades más inseguras y peligrosas de la ciudad.

El secreto del éxito –dice- es la disciplina, no la inteligencia. Un japonés jamás llega tarde a una cita. Cuando en Tokio o cualquier ciudad se estrellan dos carros, sus conductores se disculpan mutuamente y el conflicto es que los dos quieren pagar el seguro de accidente. Si alguien se gana la lotería se esconde porque considera que la fortuna le llegó sin el esfuerzo del trabajo. Nadie monta una empresa para enriquecerse a los dos años siguientes, sino que reinvierte las utilidades y la considera madura a los 20 años.

Ahí radica el poder japonés. Es esa mentalidad la que ha hecho grande a una Nación que tiembla todos los días y que carece de recursos naturales.

Kenji, quien dictó una conferencia en el Colegio Tilatá sobre “cómo entender a los jóvenes” y la importancia de la disciplina, sostiene que Colombia es un país rico, demasiado rico, no solo por sus recursos sino por su gente.

“El colombiano, dice, es inteligente, ingenioso, creativo y capaz de adaptarse a cualquier situación. A donde llega, gusta y aprende el formato del país”. Es también cariño, tanto que no tiene problema para abrazar a su vecino en diciembre. “Es amable”, dice, y señala que en Japón no se ve eso con tanta devoción.

¿Pero qué pasa? Le falta orden y disciplina. Nada más que eso, porque le sobra talento y está lleno de héroes. Unos héroes como aquellas mujeres capaces de sostener una familia de seis hijos, y generosos que alimentan ancianos y se levantan en medio de las peores tragedias.

Con algo de disciplina, el país estaría en otro grupo de naciones: las consideradas ricas. Pero muchas personas aplican la ley del menor esfuerzo, pretenden triunfar sin el menor sacrificio y se escudan en pretextos para transferir las responsabilidades de sus fracasos o de sus logros frágiles.

“Yo no creo en la pobreza de Colombia, creo que hay mentalidad de pobreza que es diferente, afirma Kenji, quien propone cambiar de paradigmas y valorar la importancia del la disciplina, el orden y el rigor.

martes, 17 de enero de 2012

ALCOHOOL MORTAL

CIEN MUERTOS DE ALCOHOL


El fin de semana llegó como siempre, alegre y bullicioso, al poblado de Baroda, estado de Gujarat, India. Las prostitutas salieron a ejercer su oficio, y los salones de bailes se llenaron de bailarines.
Gujarat es el único estado de la India donde se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas. Ese sábado por la tarde 251 personas habían sido hospitalizadas, y de ellas murieron paralizadas cien. Otras veinticinco quedaron ciegas, y el resto gravemente enfermas. ¿Cuál era la causa? Tres irresponsables habían vendido clandestinamente licor hecho en las casas con alcohol metílico, un veneno mortal.
El fin de semana dejó de ser alegre para volverse trágico. Los habitantes de Baroda, India, pueblo que ya había tenido tres veces tragedias de esta clase, habían bebido licor hecho con veneno.
En realidad, toda bebida alcohólica es veneno. No todas están hechas con alcohol metílico, pero todas tienen su pequeña o gran dosis de tóxico, que va adormeciendo y entorpeciendo la mente, y convirtiendo al bebedor en un individuo de capacidad disminuida.
La propaganda comercial de licores puede ser muy elegante, muy bien preparada, realizada por expertos del arte; pero los hospitales, las cárceles, los manicomios y los cementerios cuentan una historia muy distinta. Allí no hay placer ni delicias como las mencionadas por la propaganda, sino vómito, sangre, locura, idiotez y muerte.
¿Somos víctimas del alcohol? No tratemos de ocultar nuestra esclavitud. ¿Podemos pasar una semana sin beber? ¿Lo hemos tratado? Muchas veces lo que decimos poder hacer es una cosa y lo que realmente podemos hacer es otra. Seamos sinceros. ¿Podemos de veras pasar una semana sin beber alcohol? Si la respuesta es negativa, necesitamos ayuda.
Hay un grupo llamado Alcohólicos Anónimos que ayuda a las personas esclavizadas por el alcohol. Para reforzar esa ayuda con algo que puede cambiar todo nuestro ser, tenemos que invitar a Cristo a que sea el Rey y Señor de nuestra vida.

sábado, 14 de enero de 2012

¿ A QUIEN LE CREES TU MAS ?

«NO SÉ SI... CONTARLES... A MIS PADRES»


«Yo soy una chica de quince años. Hace tiempo, un joven se me declaró, y yo no lo acepté; pero luego de insistirme mucho, me dejé besar....
»Resultó que él tiene diecinueve años y tiene un hijo.... Desde entonces, yo comencé a rechazarlo, y él me dijo que todavía tiene una [cuenta] pendiente conmigo. No sé exactamente [a] qué se refiere, pero tengo miedo. Me habla por Internet y, no sé, me da indirectas.... Él siempre para con chicos que son maleantes, y eso me da miedo. No sé si quiere hacerme daño o [si debo] contarles la verdad a mis padres....
»Si pudiera volver el tiempo atrás, nunca lo habría conocido.... ¡Por favor, ayúdenme! No sé qué hacer. ¡Estoy desesperada!»
Este es el consejo que le dimos:
«Querida amiga:
»¿Sabías que el temor es una alarma que Dios nos dio para advertirnos de que algo anda mal? ¿Qué hacemos cuando suena una alarma contra incendios? ¡Echamos a correr! Y les advertimos a otros acerca del peligro. Así mismo debes reaccionar ante la alarma contra el temor que estás sintiendo....
»Tu inteligencia y sentido común ya te indicaron lo que debes hacer. ¡Sí, cuéntales a tus padres de inmediato! No importa que tal vez no te estés llevando bien con ellos ahora mismo....
»El relato más antiguo de la historia universal tiene que ver con una joven llamada Eva.1 Dios le dijo a Eva que del fruto de los árboles que Él plantó para ella en el jardín, ella podía comer de todos, menos de uno. Eva sin duda tenía la intención de obedecer esa regla. Pero un día, cuando estaba sola, conoció a una criatura que pretendía saber mucho más que ella. Aquella criatura comenzó a tratar de convencerla de que tal regla en realidad no importaba, y que le convendría hacer caso omiso y comer del apetitoso fruto prohibido.
»... Eva... dejó que la criatura, que era Satanás mismo,2 la engañara convenciéndola de que quería lo mejor para ella a diferencia de aquel Ser Supremo que había establecido la regla. Así que, en vez de echar a correr, en vez de contarle a su esposo, en vez de obedecer la regla, Eva comió del fruto. Ese acto sencillo fue el comienzo de los problemas para toda la humanidad.
»Hay varias lecciones buenas que podemos aprender de esa historia verídica de Eva. En primer lugar, al parecer ella no tenía la menor idea de que corría peligro. Esto nos enseña el valor de hablar con nuestros familiares y amigos acerca de ciertos peligros....
»En segundo lugar, podemos aprender de Eva que es muy importante consultar con un amigo de confianza o con un familiar antes de tomar la decisión de comunicarnos con alguien a quien no conocemos....
»Por último, aprendemos que se han establecido las reglas para protegernos. Quizá no nos gusten. Quizá pensemos que limitan nuestras libertades. Y tal vez hasta creamos que el hacer lo que nos place nos conviene más. Pero a la larga, afrontamos serias consecuencias cuando optamos por desobedecer esas reglas.
»¡No seas como Eva!

1.Gn 3
2.Ap 12:9; 20:2

viernes, 13 de enero de 2012

" JOVENES LOCOS Y DEMENTES"

«HÁBITOS INSANOS»




David Fortson era alto, de más de dos metros, atlético, alegre, inteligente, y de apenas diecinueve años de edad. Era el mejor jugador de básquetbol de su colegio en Santa Mónica, California. Pero tuvo una discusión acalorada con un compañero suyo.
En el calor de la contienda, David, que era toda una promesa, recibió un balazo en el pecho. Él murió poco después, mientras que a su asesino lo encontraron en la casa de su novia y lo arrestaron.
El homicida pertenecía a una banda juvenil que tenía por lema una frase impresa en las camisetas de los miembros de la banda, que decía: «Hábitos insanos». Esa frase, hábitos insanos, es lo que le da importancia a esta noticia.
El diccionario describe la primera acepción de la palabra «insano» con dos vocablos: loco y demente. En efecto, podemos calificar de locos y dementes esos hábitos de adolescentes y jóvenes que son la pesadilla actual de padres, maestros, policías, jueces y clérigos. La juventud parece enloquecida. Cada día hay noticias de algún acto insano de parte de jóvenes estudiantes, de muchachas adolescentes y de niños que aún no han doblado el cabo de los diez años.
Quizá no sea tan extraño el hecho de que estos hábitos insanos son siempre actos de violencia, o de rebeldía, o de fiestas licenciosas en que se bebe licor a mares, se usan drogas y narcóticos sin medida y se practica el sexo libre, que nunca es libre, y todo esto, sin conciencia.
Algo que contribuye a esta insania es la televisión. No hace mucho una sociedad estudiantil manifestó que mucha de la delincuencia en la juventud se debe a la influencia de la televisión. «La televisión nos está deformando la mente y los sentimientos —dijeron los jóvenes en una dramática declaración—. Si no mejoran los programas de televisión, no hay esperanza para el joven.»
No obstante, la televisión mundial, al igual que el cine y las revistas, es una industria superpoderosa, y éstas, por la gran cantidad de dinero que producen, no cambiarán sus proyectos por nada en la vida.
¿Y qué del joven? ¿Hay algún modo de cambiar sus «hábitos insanos»? Sí, lo hay. Es posible tocar el corazón del joven y la señorita. Se han visto cambios increíbles en jóvenes que, según su propio testimonio, habían perdido toda noción de moralidad. Esto ocurre cuando Jesucristo entra en el corazón humano. La única fuerza capaz de contrarrestar la fuerza que tiene el mal es Jesucristo.
Por nuestra parte, los padres necesitamos darles a nuestros hijos un genuino ejemplo cristiano. Ellos necesitan ese modelo. Y nuestros jóvenes necesitan reconocer que sólo Cristo es su salvación, no sea que sigan andando por el camino que lleva a la destrucción.